lunes, 9 de diciembre de 2013

Yo tímido

A quien corresponda:

Si yo no fuera tímido seguramente los caminos serían más cortos, quizá las personas no tendrían tantos añadidos o quizá algunas no me serían tan indolentes. Lo más probable es que no estaría donde estoy. Los nombres serían más perdurables, mi memoria más extensa y mi promedio escolar una chulada. Quizá ya habría construido un palacete o viviría en otro continente.

Si yo no fuera tímido llegaría a tiempo a todas mis citas, mi cabeza y mi ropa estarían siempre secas, siempre listas. No lo sé, pero probablemente los bailes serían más frecuentemente con una mano en el hombro, quizá el silencio sería más consustancial o habría más palabras que miradas.

Si yo no fuera tímido las cosas no estarían tan gastadas, quizá durarían un poco más, tendría más tiempo para tener mis manos libres, el tintero duraría más, los cuadernos tendrían más hojas blancas y menos dibujos, el computador más memoria, quizá podría expresar abiertamente que hay momentos en los que me encanta la soledad. Respirar despacio sería más normal y mi labio no tendría que ser mordido para que deje de temblar.

Si yo no fuera timido no habría necesidad de usar "suberfugios", "pasadizos", "rutas de escape", "salidas de emergencia", "evasivas" como los nombra el sentido común y la lógica de la sociedad. Quizá todo sería más natural y la normatividad social no sería un malestar estomacal, habría usado el tiempo en aprender a esquiar y no en aprender a socializar, si yo no fuera tímido las ofensas me dolerían más, quizá estaría siempre buscando donde reclinar la cabeza o hacer fiesta o no hacerla me daría igual. No tendría que correr todo el tiempo, quizá ya hubiera llegado, aunque podría ser también que no tuviera a donde llegar. 

Si yo no fuera tímido habría una gran probabilidad de ser un hombre satisfecho, bien adaptado, bastante convencional, es decir, normal. Pero nada de eso quiero, unidad no es homogeneidad. Quizá no me hubiera visto en la necesidad de abrir la sensibilidad, de conocer mis limitaciones, quizá no habría tiempo o sentido alguno en mirar ninguna alteridad, no lo sé, pero quizá no disfrutaría tanto como disfruto los buenos momentos y las buenas compañías, quizá no disfrutaría de las cosas más sencillas, ni me atrevería a dormir en la intemperie o junto a los ratones, quizá no hubiera necesitado aprender la maravillosa habilidad de reirme de mi mismo o tantas cosas más.

Pero de algo estoy seguro, si yo no fuera timido intentar estar junto a ti sería más facil, como algo connatural, sonreir, hablar, sonreir. Para estar contigo el camino para mí es más largo, dar un paso o dos y ya está, camino complicado, aún así lo quiero cruzar. No soy lo suficientemente tímido para pasarme toda la vida sólo imaginándote.

Como diría el cubano Octavio Farrés "quizás, quizás, quizás", nada es seguro, todo es posibilidad.


Un poquito nada más



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